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Perdona, si quieres comprar una moto de verdad te sugiero que vayas a Greenlandmx.com o Motocrosscenter.com, aquí vamos a hablar de otro tipo de motos que también se venden por Internet ;)
A ver, llevo tiempo queriendo escribir este post, pero no me gusta entrar en discusiones vanales y destructivas. Soy alguien que defiende por encima de todo la libertad y la iniciativa para que cualquier profesional pueda ganarse la vida, incluso vendiendo tiendas online al peso. Pero es que ultimamente hasta me han llegado a preguntar si hacemos tiendas online baratas y sin tiempo de permanencia. ¿Permanencia?, en algunos casos te dan ganas de salir corriendo :)
En fin, voy a tratar de ser práctico y aportar algo de sentido común al asunto. Imáginate que eres un emprendedor o alguien que tiene el gusanillo de montar un negocio que te pueda ofrecer un autoempleo como alternativa a tu actual trabajo. Lo primero que piensas es «voy a montarme una tienda online, que me han dicho que es fácil, gratis y que no hay que ser informático». Entonces, empiezas a cacharrear en una de esas webs «prueba gratis» que te prometen el oro y el moro, y al cabo de varios días te das cuenta de que fácil fácil, lo que se dice fácil no es. Lo siguiente es preguntar a algún amigo que sepa de informática, pero como se huele el marrón y tiene curro para aburrir, te recomienda a una empresa amiga para que te haga la tienda. Lógicamente no te la van a hacer gratis, así que efectúas la famosa pregunta, ¿cuánto cuesta una tienda online?. Aquí es cuando empieza lo bueno, ya que como tienes que rascarte el bolsillo, empiezas a informarte mejor y a descubrir el apasionante mundo del ecommerce y el eterno debate técnico: que si Magento va lento, que si Prestashop lo instalas en 2 minutos, que si osCommerce es lo mejor para salir el primero en Google y otra serie de comentarios marcianos entorno al apasionante mundo de las plataformas ecommerce. Total, que al final tienes tal cacao en la cabeza que decides dejarte asesorar y pedir varios presupuestos a empresas que desarrollan páginas web o tiendas online, que para el caso es lo mismo, que más da. Y sorpresa!!! Te dan un presupuesto de un Prestashop (o incluso un Magento) por 1.499€, otro con un desarrollo propio por 15.000€ y un zumbado que te llama para preguntarte sobre el modelo de negocio y contarte que montar un negocio de ecommerce no es tan fácil ni barato como dicen. Pero tú sabes que sí lo es, lo escuchas continuamente en los medios e incluso algún organismo público ha organizado eventos para comerciantes donde has oído que montar un «Magneto» (dícese Magento) está de moda. Así que llegados a este punto decides probar con esos 1.499€ (+iva) y te pones manos a la obra con gran ilusión a generar contenido para tu nueva tienda. Pasadas unas semanas (o meses), te dan una cosa, que efectivamente parece una tienda online con su carrito de la compra y todo, aunque en cuanto a diseño y usabilidad no es lo que esperabas. Así que empiezas a pedir cambios y más cambios para dejarla a tu gusto, pero claro, te dicen que ellos ya han hecho su trabajo y que no pueden seguir dedicando más horas a tu proyecto (que no negocio). Stop. Divide 1.499€ entre 45€ (para que puedan pagar decentemente a sus empleados y ganar algo de dinero) y te dará como resultado el número de horas aproximado que han dedicado a construirte la tienda: más o menos unas 30 horas o lo que es lo mismo, 4 jornadas de trabajo. Ahora piensa: ¿crees que en 4 días sueltos es posible crear algo serio con Magento, Prestashop o lo que sea?. Entonces es cuando te das cuenta de que «te han vendido la moto», que con 1.499€+iva no te da ni para comprar el manillar, que encima tienes que comprarte un casco, un seguro y echarle todos los días gasolina (visitas), porque si no aquello no anda ni para atrás (no vende). Y ufff, vaya precios que tiene la gasolina, cada vez está más cara, así que aparco la moto y me vuelvo a trabajar en autobús, con unos euros menos en el bolsillo y lo que es peor, frustado por la ilusión perdida en el camino.
Vale, seguro que esta película te suena (espero que no te haya pasado), pero ¿de quién es la culpa, del banco o del que pide la hipoteca?. Pues en mi opinión la culpa es de todos, tanto de las empresas que venden tiendas online como churros ocultando la letra pequeña, como de los que las compran por ignorancia o inducidos por mensajes confusos que lanzan las autoridades (medios de comunicación, administración pública, etc). ¿Y cómo evitamos caer en esta trampa típica de burbujas?. Aquí te propongo una solución dependiendo del problema:

Problema número 1: Falta de conocimiento. Solución: Formación.
Problema número 2: Escasez de dinero. Solución: Formación y tiempo.
Problema número 3: Escasez de tiempo. Solución: Formación y dinero.

Pero recuerda, tú eres libre de hacer o recomendar lo que quieras, ¿qué opinas?.

Foto: Motocrosscenter.com